Si la Cumbre de Copenhague sobre el cambio climático fracasa en su objetivo de actualizar el protocolo de Kioto con objetivos de reducción del CO2 más rigurosos que involucren también a los grandes contaminantes, esto es lo que podemos esperar del día mañana.
De aquí a entre veinte y treinta años, podremos atravesar el Océano Ártico durante el verano. El Polo Norte habrá desaparecido como tal. Como nadie ignora, sus casquetes polares ahora derretidos habrán contribuido a acelerar la subida del nivel del mar. En 1960, los mares empezaron a ganarle a la tierra 1,8 milímetros al año. A partir de 1991 han sido 3,3. Leer más
miércoles, 9 de diciembre de 2009
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